COMENTARIOS DE LOS AUTORES
GLADIADORD se gestó en 2003 cuando vivíamos juntos en una casa en Vega, cerca de Gijón. Solíamos poner en el DVD la película “Gladiator” de Ridley Scott y echar unas risas con ella. Hacer un musical payaso tomándola como base era casi obligatorio, porque la película lo pide a voces. Así que nos pusimos manos a la obra. Primero ideamos el grueso de las canciones según nos lo iba sugiriendo la película, registrándolas en una grabadora de cassettes cantadas directamente y ayudados de una guitarra. Una vez definidas las canciones básicas comenzamos a grabarlas con medios informáticos.
Los tres habitantes de la casa (Juan, Víctor y Bego) asumimos todos los roles y cantamos todas las canciones. El enfoque desquiciado desde el principio nos hizo decidir que Bego, única mujer del trío, se encargara no sólo del papel de la Bruta (único papel femenino en la película), sino también del papel protagonista de Gladiator.
El desarrollo de esta primera versión de la obra sufrió un parón en 2004 al abandonar aquella casa y tirar cada cual por su lado; más tarde se retomaría el proyecto y se lograría terminar en 2006.
En un principio la obra se llamó IL GLADIATORE, pero finalmente decidimos hacer el uso del chascarrillo de añadir una “d” final a las palabras acabadas en “r”, tan utilizado en toda la obra –y fuera de ella– y de muy difícil explicación…
En verano de 2006 surgió la idea de hacer una representación teatral de la obra. Tan descabellada idea fue cobrando forma tras reclutar un grupo de amigos suficientemente insensatos como para embarcarse en la empresa, y lograr que Verónica Gutiérrez sucumbiera al reto de asumir la dirección escénica de semejante experimento. El libreto original fue modificado para eliminar las referencias demasiado personales y adaptarlo a la representación, y las canciones fueron regrabadas por la totalidad del elenco una vez repartidos los papeles. Hubo que prescindir del papel del senador Gayo dado su escaso peso (a pesar de que en la película tiene una escena con un discurso muy parodiable), asignando su parte al senador Graco. Es el único cambio relevante con respecto a la película.
Los ensayos y las dos primeras representaciones se llevaron a cabo en una casa alquilada junto con otro grupo de amigos en la parroquia de Fano, también en Gijón. Se acondicionó la cuadra primero como fiestódromo general, con escenario y diversidad de cacharrería sonora y luminotécnica, incluyendo proyector de vídeo sobre la pared del fondo; y luego como escenario teatral, con telón corredizo y cajas laterales para los cambios de vestuario. Posteriormente surgió la posibilidad de representar la obra en la Casa de Cultura de Avilés y se reorganizaron los ensayos para adaptarse al nuevo espacio. La representación tuvo lugar el 3 de diciembre de 2011 y fue un rotundo éxito.
Se ha buscado que la obra tenga un cierto interés por sí sola, pero obviamente para comprender mínimamente lo que en ella se relata es necesario ver “Gladiator”, a ser posible una vez en español y otra en inglés como mínimo (o en su defecto, en español y subtitulada en inglés). Ello no garantiza del todo la comprensión total de la obra, ya que está llena de referencias y patochadas personales. Los comentarios aquí mostrados sin duda ayudarán algo.
Lo que es absolutamente recomendable es ver de nuevo la película después de haber escuchado y asimilado GLADIADORD. Las risas están aseguradas.
OBERTURA
Está basada en la música original de la película. Una amiga insistía en que esta música se confundía con la de “El último mohicano”, así que para no contrariarla hubo que hacer que se confundiera.
Los diálogos están basados también en los de la película, añadiendo las oportunas sandeces.
LO QUE HACEMOS EN LA VIDA ECHOES IN ETERNITY
Basada en la arenga original de la película. Una de las ideas originales era que Gladiator siempre cantara con música marcial, y que Bego impostara su voz en plan hombretón, pero luego todo esto se relajó.
La frase “yes mas melancólicu que Black” se usaba en el entorno de Juan. Black era el tipo de melancólico aspecto que vestía de negro y cantaba “Wonderful life” y otras melancólicas canciones. A nosotros no sólo nos sirvió para adjudicarle aquí la frase al soldado que se plantea la situación (él estará recogiendo sus cosechas, y nosotros lo más seguro es que muramos dentro de diez minutos), sino que nos vino que ni pintado para asignarle nombre al gladiador melancólico (Juba en la película), con la coña añadida de que es negro.
La intervención del melancólicu hace reflexionar a los soldados, que cantan no muy convencidos (y con melancólicos “mmmmmm” de fondo), pero la exaltación de la muerte a cargo de Gladiator les pone a tono.
En varios momentos de la obra “mí” se canta en Mi, “sol” se canta en Sol, “sí” se canta en Si… Los “la” caen en momentos menos diferenciados así que no forzamos cantarlos en La, aunque también se hubiera podido…Eso sí: en aras de la payasada, al subir de tono, para mantener la equivalencia los soldados cantan “el rostro bañado por el Do”.
Conservamos el final de la frase en inglés por la sonoridad, por la patochada y porque, en resumidas cuentas, nos pareció perfecta. No hay traducción que esté a la altura.
GERMANIA
Basada en la música de la batalla en la película.
Los germanos cantan con voz tosca y sin matices, mientras que los romanos hacen armonías.
Los cánticos de unos y otros están tomados de la frase ” Mata a tus oponentes”, de la canción ” Yo soy Próximo”, con una variación rítmica y cantada en sus respectivos idiomas.
La caballería arrasa al final haciéndose eco de la arenga de Gladiator.
REPUBLIC, REPUBLIC (I)
Inicialmente iba a ser una sola canción. Decidimos recopilar todas las frasonas que se sueltan a lo largo de toda la película relacionadas con el senado y la política de Roma, y hacer con ellas una canción tan desquiciada como la mayoría de esas frases, abusando de semitonos ascendentes y descendentes y con melodías raritas. Apuntamos las frases y a cada una le inventamos una frase musical independiente, aunque también repetíamos alguna si la ocasión lo pedía y para que el resultado no fuera caótico del todo.
La coherencia argumental de la obra imposibilitaba grabar “Republic Republic” según la idea inicial, por no poder situarla en ningún punto concreto, ya que se toman frases de toda la película. Sin embargo, dividiéndola en dos la cosa ya se podía hacer. A pesar de no respetar una equivalencia estricta con la película, pusimos en “Republic republic (I)” todas las frases que podrían perfectamente decirse durante el festejo tras la batalla de Germania, relativas a la sucesión del César; y el resto en Republic republic II, ya en un plan algo más desquiciado.
A la hora de grabar ambas, hubo que trabajar bastante sobre las transiciones para que las canciones no fueran una sucesión brusca de fragmentos inconexos.
El ambiente de fondo del principio está grabado de la película “Ocean’s eleven”. La versión de Tchaikovsky es de un CD llamado “Música para soñar” que regalaron a Víctor con la compra de un colchón, y que poníamos para tomar el vermut (previamente convertimos el título de la carátula en “Música para tomar Martini”)
El diálogo patocho del principio se lo robamos a dos amigos que lo emplean a modo de ritual en las fiestas (“-Una magnífica fiesta”… “-Magnífica la hacen los invitados”…. “-Cómo eres”). Con lo del ponche también tonteábamos en las fiestas.
Otra de las películas de referencia en la casa de Vega era “Atraco a las tres” y se hace un pequeño guiño. La frase “Máximo no está corrompido por la política” pegaba muy bien dicha con la voz de Gracita Morales, y así quedó, con otro par de intervenciones más a lo largo de la obra mezclada entre el populacho junto al Sr. Benítez.
En muchos puntos de la película se sueltan frases sin mucho sentido. Los “¿quéeeeeeeeeeeee?” están más que justificados.
“These senators scheme and squabble and flatter and deceive" se dice en la versión original de la película.
“Ya que no es natural, que sea artificial” es una patochada que surgió viendo “Inteligencia artificial”, de Spielberg. Está cantado con la música de “La huella”, otra de las películas de referencia en la casa de Vega (se repite al cantar la frase “con la corrupción que la ha mutilado”)
El gallego despistado es una incorporación de última hora que da coherencia patocha a la canción. Se habla sin parar de quién va a ocupar el poder, pero el César aún no ha muerto. Aún así, la canción queda bien ubicada, e incluso aporta un matiz mezquino que no tiene la película: los senadores se frotan las manos pensando en el poder, dando por sentado que al César le quedan cuatro días.
TELL ME, MAXIMUS
Una de las primeras ideas fue que debía haber una canción llamada “Tell me, Maximus”. Posteriormente nos dimos cuenta de que la canción ya estaba hecha. Los actores hablan tan a ritmo en esta secuencia que los dejamos tal cual. Luego, eso sí, añadimos las oportunas sandeces haciendo chacota de lo que se dice... ¿¿Qué es eso de que su hogar huele a una cosa por la mañana y a otra por la tarde??
Perales aparece porque no hacemos ascos a ninguna patochada, por simplona que sea.
Durante toda la segunda parte, el violín sigue tonteando con “El último mohicano”
La pregunta de si su mujer es simpática para preguntar en realidad si está buena es una referencia a Les Luthiers (en la delirante introducción de “El negro quiere bailar”). Para que no quedara oculto del todo, añadimos el “tú ya me entiendes”.
Y, por supuesto, se emplean las melodías de “Republic republic” correspondientes a las frases que se cogieron de esta escena.
TU TAMBIÉN, BRUTA
Una de las últimas canciones en componerse. La bruta es un personaje principal en la película, pero ni su personaje ni las situaciones en que interviene piden claramente una canción ni sugieren un estilo musical, como ocurre en tantos otros casos. Así que nos plantamos con la obra casi terminada ¡y la bruta todavía no había aparecido!. Sin embargo nos dimos cuenta de que el primer encuentro con Máximo se adapta perfectamente al concepto Pimpinela, con su duelito dialéctico y sus alusiones a su relación pasada. Además aún no se había tocado el género de música ligera-horterilla, así que la cosa pintaba clara.
“Bruta” era sinónimo de “tía buena”, “maciza”, etc. en el entorno de Juan. Para nosotros, Lucila (¿se llama así?) siempre fue “la bruta”.
El diálogo se ciñe bastante al original con alguna pulla por el medio (como la masacre de caballos por no haber adelantado la dichosa catapulta), y al final se desbabaya para dar más mezquindad y pimpinelismo y aprovechando para tocar un par de puntos de la película que no podíamos pasar por alto:
- En una de las pocas imágenes en que se ve a la mujer y al hijo de Gladiator hay un puñado de campesinos inmóviles extrañísimos.
- La actriz elegida para hacer de mujer de Gladiator es Giannina Facio, famosilla en el año catapum por su romance con Julio Iglesias (Iulius Eclesiae en la canción...). Su rostro sugiere una cierta cantidad de intervenciones quirúrgicas que no acaba de encajar en el contexto histórico de la película. “Lifta” es un supuesto plural latín para “lifting”.
La armonía y melodía instrumental de fondo se corresponden con las originales de la película (salvo el “sí” en que forzamos la nota Si), pasados por el filtro hortera. Sin embargo, la melodía de las voces sigue en las estrofas los patrones de las canciones de Pimpinela “Dímelo delante de ella” o “Tú me prometiste volver” (Pimpinela nunca se destacaron por hacer canciones muy distintas entre sí), y la melodía del estribillo, el patrón de “Olvídame y pega la vuelta”.
“Hace ocho años y un día que vivo con él” es una mezcla del diálogo original y la frase inicial de “Olvídame y pega la vuelta” ("Hace dos años y un día que vivo sin él"). “Estoy mintiendo, ya lo sé” también hace referencia a esa canción (“Estás mintiendo, ya lo sé”).
La dramática alusión final a “esa mujer” parodia otra canción de Pimpinela con Dyango (“Por ese hombre”).
El título de la canción obedece a que no hacemos ascos a ninguna patochada, por simplona que sea. Los coros de caballos también.
HAGO LO QUE DEBO
En la película, se sugiere que la respuesta de Cicerón (“A veces hago lo que quiero. El resto del tiempo, hago lo que debo”) lleva a Gladiator a aceptar la propuesta del César de ser su sucesor.
En nuestra versión nunca se sabrá, porque hemos convertido a Cicerón en un pasota porrero. A ritmo de reggae, como no podía ser de otro modo.
TUS DEFECTOS COMO HIJO
Una de las primeras canciones creadas. La retahila de defectos no está escrita sin más, sino que nos sentamos religiosamente delante del televisor a poner la película y anotar y comentar defectos de Cómodo. Alguno de ellos nos lo dice él mismo (“no soy ducho en historia”).
Aprovechamos para dar un toque mezquino al César (no tiene claro que ser incestuoso sea un defecto). No olvidemos que por sus venas corre la misma sangre.
“La ignorancia es lo que tiene” es una frase absurda con la que Víctor hizo una prueba de grabación, y se refería a su propia ignorancia en aquellos momentos respecto a los sistemas que intentaba controlar. Se acabó incluyendo en la canción para ilustrar el defecto “ignorante”.
“Incapaz… incapaz… básicamente incapaz” es una alusión a Les Luthiers (“Vote a Ortega”).
Ronnie y Shere Khan eran los perros que teníamos en la casa de Vega. El "furaco de Shere Khan" era una curiosa calva que se le formaba en el medio del cuerpo, dejando su piel al desnudo en un radio de unos centímetros.
El sonido nauseabundo que produce su garganta se puede escuchar al final de la película, cuando Gladiator le clava el cuchillo.
“Pringao… Ricitos” es una alusión a “El otro lado de la cama”, otra de las películas de referencia en la casa de Vega.
Al final, Cómodo se regodea con el “I shot the sheriff” de Bob Marley
QUINTO, LEVANTA
Una canción hecha para aprovechar la tontería del título, pero que sirve para narrar la orden de Cómodo de acabar con Máximo si no se somete.
Originalmente decía “si se pone pijo y ves que de mí pasa lo llevas al bosque y allí te lo cargas”, pero cuando se estaba grabando hubo presiones de una amiga diciendo que se tenía que decir “pasa mía”, expresión utilizada en Galicia y con la que Víctor y ella hacían coñas de vez en cuando. Se da la casualidad de que él tenía íntimamente ligados los recuerdos de esa expresión a los de esa melodía por haber hecho el servicio militar en La Coruña; como además quedaba mejor y más simpático, se cambió.
Como “Quinto levanta” es una melodía tan simplona, le dimos un poco de vida encajando en ella las dos frases musicales con las que hacemos lo propio en “La abejita atareada”
PRETORIANO
El momento heavy. La base del estribillo es el sonido de la espada que Gladiator le lanza al pretoriano, grabado de la película.
La palabra “Pretoriano” se canta siempre en falsete heavy (además de aquí se puede oir en en Gladiatore’s violentia).
MATANZA BRUTAL
La idea de que una especie de Louis Armstrong narre en un tono jovial los horrores que le esperan a Máximo y -ayudado por el populacho- se burle de él por lo iluso que es al pretender llegar a tiempo de evitarlo, es absolutamente repugnante, lo sabemos. No hay más que comentar.
Entre las faltosadas que le dice el populacho hay una alusión a los Monty Python: “Always look on the bright side of life” (que Gonzo canta por segunda vez como "Always look on the bright side of death"). También se oye un “Corre, corre, caballito”, que está sacado de una película porno cutrísima que andaba por casa.
En la grabación original uno de los miembros del populacho final soltaba la patochada de bajo nivel: “Este tío es lo máximo”.
YO SOY PRÓXIMO
El discurso absoultamente punk de la presentación de Próximo a los gladiadores en la película dejaba clarísimo cómo había que abordar esta canción. Y la letra ya estaba hecha, con sólo un par de alteraciones para añadir un poco de payasada. El riff del estribillo hace un ligero guiño a la introducción del “God save the queen” de los Sex Pistols.
La frase “Mata a tus oponentes” y su correspondiente melodía, con variaciones rítmicas, la utilizaríamos posteriormente –aunque en la obra aparece antes- para los gritos en latín y en alemán durante la batalla de Germania (“Devasta adversarios tuos”, “Tote deine gegner”)
REPUBLIC, REPUBLIC (II)
Compuesta por las frases relativas al senado, el poder, el pueblo, etc. que no cuadraban en “Republic Republic (I)”. La ubicación más adecuada es en la llegada de Cómodo a Roma como nuevo emperador y su posterior reunión con los senadores, que es donde se dicen la mayoría de las frasonas de la canción. Como la conversación original es ya bastante desquiciada, todo entra bien aquí.
La estrecha conexión de Cómodo con el rock español queda patente con el riff de "Los rockeros van al infierno" de Barón Rojo en su primera intervención.
La tabarra que se da con el pueblo para aquí y para allá provoca la aparición de la pandilla de jóvenes idealistas a quienes llamamos “Flower power”, cantando una canción similar a aquel “Libertad sin ira” que se escuchó durante la transición de este país allá por los setenta. En su segunda aparición dejan claro que en realidad no saben muy bien lo que dicen; se grabó respetando la idea de decir lo primero que se pase por la cabeza con tal de soltar el rollo del pueblo. Había más pistas grabadas, pero el barullo resultante era infernal. Eso sí, escuchadas independientemente eran de bastante traca. Las que quedaron en la grabación original, por ejemplo, decían:
- “El senado es el pueblo y sin duda es el pueblo lo mejor del senado y la pa…ddda…”
- “Estamos el pueblo, todos, todos con el pueblo para estar con el pueblo”
- “ El senado es el pueblo y lucha por el pueblo y el pueblo… lo reconoce”
- “En el nombre del pueblo esperamos que el pueblo se…. dirija a otros pueblos”
- “Con el pueblo en el nombre del pueblo y del senado esss… el pueblo..”
Para lograr el efecto de pandilla guitarrera cutre, la grabación se hizo con una guitarra deliberadamente desafinada y tocada al tun tun.
La bocina y el ladrido que se imitan son un homenaje al viejo Ronnie, el perro canijo que teníamos en la casa. Cuando oía una bocina se volvía absolutamente loco, y decidimos que había que grabar aquello para meterlo en “Republic”. Pero fuimos tan torpes que dejamos pasar el tiempo sin hacerlo, y al final nos fuimos de allí sin la grabación de aquella escena tan surrealista.
La aparición del senador Draco viene dada, obviamente, por la bobada de la similutd del nombre con el del senador Graco; pero además la adaptación de la mítica frase del conde Draco “me encanta contar” con rayos y truenos de fondo venía de perlas para dar un final desquiciado a la canción.
GLADIATORE’S VIOLENTIA
Los senadores empiezan su discurso fieles a la película, criticando a Cómodo por pretender ganarse al vulgo por medio de los juegos circenses, y tras tantearse mutuamente acaban reconociendo que ellos son más vulgo que nadie (el vulgo es el auténtico protagonista de GLADIADORD).
Por el medio se hacen alusiones a algunos de los muchos gazapos de todo tipo existentes en la película: en una cuádriga se ve una bombona; se ve un tipo en vaqueros; el anuncio de los juegos está hecho en papel, material del que no se disponía en Roma en aquella época; en un momento dado aparece una especie de cochecito de golf por detrás de la puerta del Coliseo…
El senador Gayo suelta un gallo cada vez que habla, y se oye un gallo de fondo. De este tipo de payasadas que podríamos llamar de muy bajo nivel hay varias, y en la idea original para la representación de la obra estaban planteadas algunas más: Quinto siempre iría detrás de otros cuatro, Cómodo siempre aparecería sentado en una butaca, Próximo estaría siempre a escasos centímetros de su interlocutor…
La alusión al “Oye cómo va” de Santana es bastante clara.
El sutil “No vuelvas con ella, no vuelvas con ella”, que se oye durante el desbabaye final del vulgo, es una alusión a un anuncio de televisión que se emitió durante la Eurocopa de fútbol del 2000 para animar a la selección española. El anuncio utilizaba la canción de La Frontera "No vuelvas sin ella", refiriéndose a la copa en cuestión. Este cántico sería después objeto de diversas versiones, a cual más aberrada, en el entorno de Juan.
BLACK’S BLUES
Otra canción obligada. El discurso del gladiador negro en su charla con Máximo es blues en estado puro. Al igual que con Próximo, la letra y el estilo ya estaban dados. La interpretación de guitarra con wah wah es un pequeño homenaje a Jimi Hendrix. Y la hermosa conclusión de la canción, el “Wonderful life” de Black, por supuesto. Por si no quedaba suficientemente claro, al final metimos a ese fulano que pasaba por allí cantando esta canción en un plan bastante payaso.
“A los romanos lo que nos gusta es dar hostias” pertenece a un gag de Faemino y Cansado. Sería de malnacidos no hacer esta referencia en GLADIADORD.
Durante la grabación se nos fue la olla por completo y hablamos en todo momento de la esposa y la hija de Gladiator, cuando lo que él tenía era un hijo. Cuando nos dimos cuenta de la metedura de pata, nos dio pena borrar la última parte cantada, que tan bien había quedado, así que en aras una vez más de la payasada, lo que hicimos fue regrabar sólo la parte de Gladiator (“mi esposa y mi hijo ya me están esperando”) y hacerlo intervenir luego corrigiendo a Black, como si a éste se le hubiera ido la pinza pensando sólo en lo suyo.
LUCIUS VERUS AFTER MY FATHER
En cuanto decidimos que el encuentro entre Gladiator y Lucio había que plasmarlo en una canción titulada “Lucius Verus after my father” (la respuesta original del niño cuando Gladiator le pregunta su nombre) nos vino a la mente, por la sonoridad de la frase, una canción de Pino D’Angio titulada “Julius Caesar plum cake dance”, así que decidimos que toda aparición del niño se haría imitando la voz grave de Pino D’Angio y con el mítico riff de bajo de otra de sus canciones: “Qué idea”.
La palabra “sí” se fuerza al límite para cantarla en si, por supuesto.
THE BARBARIAN HORDES
La versión original de esta canción era absolutamente desquiciada e incomprensible para el común de los mortales. Tenía una segunda estrofa relacionada con lo que nosotros llamábamos "The barbarian hordes", que eran los amigos que venían a invadir la casa de Vega en plan festivo cuando vivíamos allí. Se incluían incluso grabaciones de alguno de aquellos amigos en estado ebrio, coreadas por el populacho en la obra. Para la adaptación al teatro hubo que prescindir de todo ese sindiós.
La primera parte de la canción es el discurso original de Casio (¿hace falta explicar por qué suena un reloj digital cada vez que aparece Casio?)
En la grabación original había también una pequeña intervención de Jerry Lee Lewis, ya que estamos ante un rock´n´roll clásico. Y una breve intervención del "espectador disconforme", alusión a un individuo que se ve en la película. No se trata de un espectador, sino de uno de los gladiadores que reciben a Gladiator cuando se dirige a la celda después del triunfal combate. Todos están enfervorizados gritando su nombre menos uno, que pasa de todo. Durante el solo de trompeta, también había una intervención de un espectador diciendo "coño, el mariachi".
El solo tan “vintage” de guitarra se logró con una Gibson SG del cincuenta y pico que tenía Juan.
La magnífica melodía que suena durante el reparto de hostias de los gladiadores es la original de la película (ya se oyó en “Tú también, bruta” y también la utilizamos para terminar GLADIADORD)
Cómodo no tiene escrúpulos y hasta arrebata a la gente sus melodías. Cuando dice “Hispano: descúbrete y dime cuál es tu nombre” está robando a Gladiator la melodía que utiliza para dirigirse a la gente (“Hermanos: lo que hacemos en la vida echoes in eternity”, “Cicerón: ¿te resulta duro tu cometido?”, “Hagen: casi me engañas, mira que yes boleru”, “Dime, muchacho, cuál es tu nombre”, “Casio: vas a ver tú cómo reparten estas hordas”, “Highness: tus días de gloria pronto verán su fin”, “Próximo: corres peligro de convertirte en un buen hombre”, “Esta va a ser tu última argucia”)
EL BOLERO DE HAGEN
La escena en que Hagen toma el pelo a Gladiator durante la comida también exigía una canción. En este caso un bolero, por la tontería.
Dado su nombre, la pinta de bestia y lo curioso que sería hacerlo a tres voces, decidimos hacer el bolero en alemán. Cogimos el himno alemán y para bolerizarlo lo hicimos en tonalidad menor. El resultado fue una cosa tan melancólica que sonaba más bien a la clásica melodía rusa tristona. De ahí que en la canción Hagen reconozca que en realidad es ruso.
La patochada de sustituir el plato de comida por un helado (Häagen Dasz, obviamente) era obligada.
Las fantasmadas del final de la actuación de Hagen se corresponden con los gestos que hace el actor en la película, propios de cine americano para adolescentes, y que no pegan ni con cola en el contexto.
Una vez más, por si no quedaba claro, al final entonamos el himno alemán ya tal y como es. Al vulgo hay que dejarle las cosas claras.
TANGO DE TIGRIS (Introducción)
Quizás el momento más gracioso de toda la obra es la conversación de chigre entre estos dos romanos-asturianos y la mini-pieza folclórica posterior (en la grabación original un coro de hombres y uno de mujeres se daban la réplica). Dada la similitud entre los juegos circenses de aquella y el fútbol de nuestros días, la cosa estaba cantada. En su día fuimos a un bar con la grabadora para recoger sonido ambiente, pero finalmente se utilizaron efectos de sonido bajados de Internet.
La gaita que suena está grabada del teléfono móvil de una amiga.
La grabación original la hicimos sirviéndonos sendos vasos de vino para entrar en ambiente. Posteriormente se grabaría de nuevo para coincidir con el tono de la gaita.
TANGO DE TIGRIS
La esencia de GLADIADORD. Una canción muy trabajada con alusiones y guiños de todo tipo, importante intervención del populacho y patochada a raudales. Y plagio, mucho plagio.
En realidad todo surgió de una forma muy tonta. Cuando nos planteábamos en qué estilo musical abordaríamos la lucha con Tigris se nos ocurrió la tonta asociación “Tanga de tigre” - “Tango de Tigris”. Inmediatamente cogimos la obligada referencia del “Tango de Roxanne” de “Moulin Rouge”, otra de las películas estrella en la casa de Vega, y plagiamos la idea de basar un tango en un tema de The Police. Pero como nosotros somos más chulos, lo basamos en tres: “Message in a bottle”, “Every breath you take” y “Can’t stand losing you”. Hacer los míticos arpegios de “Message in a bottle” y “Every breath you take” con bandoneón era una idea imposible de despreciar.
El estribillo y la parte final están directamente copiados de “Moulin Rouge”, lo más fielmente que pudimos, y con un amago de seguir con “Roxanne” después de cada estribillo.
Hicimos un Tigris argentino, como no podía ser de otra manera. Y como tiene ese aspecto de bobalicón, decidimos que el texto tenía que ser a base de pareados simplones. Aparte de eso, el contenido es una descripción fiel de lo que va ocurriendo durante la lucha en la película.
Uno de nuestros momentos favoritos es cuando se encaja aquí el “No se debe jugar con los placeres del vulgo” de “Republic republic”
El trozo de carne cruda es una alusión a otro de los supuestos gazapos de la película (buscamos listas de ellos por Internet). En algún momento parece ser que se ve un trozo de carne cruda en la mano del que se supone que es el domador de los tigres. Nosotros no lo vimos claramente, pero en la canción consta.
Encajar el “Beat it” de Michael Jackson durante los coros que dicen “pibe” dio lugar a un momento musical muy afortunado y muy gallináceo.
“Oh, destino esquivo” es una referencia a Les Luthiers (“Cantata del Adelantado Don Rodrigo Díaz de Carreras, de sus Hazañas en Tierras de Indias, de los Singulares Acontecimientos en que se vio Envuelto y de cómo se desenvolvió”)
El vulgo se siente engañado porque los tigres, que se mostraron tan fieros durante el combate, una vez finalizado están tan panchos por ahí por la arena. Increíble, pero así ocurre en la película. Lo más curioso es que este hecho tan inadmisible no aparezca en las listas de gazapos en los primeros lugares.
Acto seguido, y ya puestos a hablar de cosas relacionadas con el tango, el vulgo incluso reclama la presencia de Cash, el compañero de Tango en la infumable película “Tango y Cash” (Sylvester Stallone y Kurt Russell)
Y acto seguido, y puestos a hablar de tongos musicales (previamente el populacho, encabezado por Gracita Morales había mostrado su disconformidad con el tango del que están formando parte), se arremete contra Hans Zimmer, el compositor de la banda sonora de Gladiator; un músico con cierta tendencia al autoplagio. El caso más sangrante es “Piratas del Caribe”, donde hay fragmentos musicales idénticos a algunos de “Gladiator”.
La acusación de plagio a Günter Frager es una alusión al glorioso número de presentación del bolero “Perdónala”, de Les Luthiers.
“Se le sube la visera, se le baja la visera” es una referencia a otro gazapo. Cuando Gladiator tiene a Tigris a su merced en el suelo, se le ve unas veces con la máscara hacia arriba y otras ocultándole la cara. En la versión original, en este fragmento el sector más vulgar del vulgo hace coros entonando una particular versión de la clásica cantinela de críos “Cuando sube la marea Sandokán se la menea” ("Se le sube, se le baja, Sandokán se hace una paja" y lindezas aún peores).
La alusión final de Cómodo a “Matanza brutal” es sin duda el momento más repugnante de la obra (en la película no es que vaya muy a la zaga), y que sin duda provocará que recibamos amenazas de muerte por parte de todo tipo de colectivos y particulares.
El “lu violaron” obedece a que Cómodo es un quedón y un faltoso (entre otros defectos…). Se burla de sí mismo por haber dicho “cuando lu mataron”, que a su vez es una burla a los romanos-asturianos.
Después de "Tus días de gloria" se oye de fondo una pequeña intervención de nuestra amiga Gloria, remanente de las grabaciones originales de "The barbarian hordes".
3x4 MAZMÓRREO
Una canción de la que en ningún momento tuvimos el control. Fue la penúltima en grabarse, y nos quedaban pendientes temas tan delicados como narrar la fracasada confabulación contra Cómodo y reflejar la evolución de la relación entre Gladiadord y la bruta. Aunque el resultado final nos gusta mucho, el desarrollo de la grabación estuvo marcado por el miedo. Teníamos como punto de partida las melodías grabadas como apuntes y la idea de darle un tono medieval al estilo de "Blackmore's night", con guitarras acústicas de fondo haciendo escalas mayores, pero no estábamos convencidos de nada de esto. El caso es que acabamos utilizando las melodías, pero tras dar mil vueltas y añadir cosas sin tener nada claro.
El asunto de las matronas ricas yendo a los calabozos nos recordaba al mítico anuncio navideño de las muñecas de Famosa que se dirigen al portal, así que lo colamos.
El diálogo inicial es fiel al de la película, salvo algunas merecidas pullas (¿de dónde saca que quemaron a su familia con vida? ¿Por qué supone que ella no lloró por su padre?)
La sonoridad y la intensidad que resultó en la instrumentación de esta primera parte nos recordaban a la sintonía de "El hombre y la tierra", así que la colamos también. Además, ¿quién mejor que Félix Rodríguez de la Fuente para explicar el comportamiento de los animalillos...?
La versión original no dice "Vivo en una prisión de miedo y de temor desde aquel día", sino "Vivo en una prisión de miedo y de temord esde aquel día"
Tras la intervención de Félix viene un curioso fragmento musical de violín resultado de encajar en el compás de 5x4 de "El hombre y la tierra" la pimpinélea melodía de “Olvídame y pega la vuelta” previamente pasada a 3x4. Después ya se vuelve al 3x4 y no se abandona.
Nos gustó tanto cómo quedó el grito de "Mi hijo era inocente" en la grabación original que articulamos toda esa parte de diálogo tenso en torno a esa melodía. Luego ya se tranquilizan y comenzamos a utilizar (por fin) las melodías pensadas originalmente.
El violinista que se oye de fondo es referido como "Hortero".
"Es tanto lo que tiene uno oído" es una alusión a "Amanece, que no es poco", película de culto.
El grito de "Pues dile que mate a Cómodo" nos recordó al grito del jefe bárbaro en la obertura, y alucinamos bastante cuando escuchamos éste y vimos que la entonación era idéntica. Así que lo metimos, lo cual nos lleva a la conclusión de que el jefe bárbaro fue apresado y está en esa misma mazmorra. La traducción del grito es inventada, por supuesto.
La noche de la grabación original solicitamos por mensaje SMS la presencia de nuestra amiga Sara Leal para que hiciera la patochada de decir “¿Qué?” después de cantar “un hombre leal”, pero no se presentó. Se perdió el dudoso honor de ser la única persona ajena al trío protagonista que interviniera en la grabación de GLADIADORD.
La patochada de que el hombre al que se refiere la bruta resulta que no es Máximo, es simplemente eso: una patochada. El dato adicional de que "es Sixto" vino porque Víctor al grabar los coros se empeñaba en cantar "esixte" en vez de "existe" (en la segunda vuelta y sólo en ella, para más inri).
La frase que se dice después en la película ("olvida que me has conocido y no vuelvas") es prácticamente un calco del pimpinéleo estribillo de “Olvídame y pega la vuelta”, así que era obligado volver con la alusión a "Tú también, bruta", encajada en el 3x4. Y ahora Hortero se desquita del momento en que tuvo que encajar la melodía pimpinélea en el 5x4 de "El Hombre y la Tierra", y hace lo contrario: encajar en el 3x4 la melodía de "El hombre y la Tierra".
La canción resume tres encuentros mazmórreos de la película. La transición entre el primero y el segundo se resuelve de una manera tan fácil como la introducción de la matrona adinerada andaluza, que está por allí pasándoselo bien con los presos. El tercer encuentro no lo metimos aunque es muy pimpinéleo, porque entonces la canción quedaría larguísima y además nos parecía que con la intervención de Félix quedaba bien resuelta la relación entre Gladiadord y la bruta.
El grito de "¡ostras!" es una especie de patochada inversa: solemos vulgarizar las expresiones que se dicen en la película, pero aquí, por el contrario, se dice "Ostia" y en vez de ir a la exclamación que se nos pone tan en bandeja, la suavizamos.
Nuevamente metemos al mariachi con su trompeta, y como lo que le estábamos haciendo tocar recordaba a una parte de la melodía de "Falcon Crest" la colamos también por ahí.
José María Aznard aparece con todo merecimiento por la similitud de su famoso y descontrolado discurso sobre los niños (aparecía en un CD que se adjuntaba con un número de la revista EL JUEVES y que andaba rodando por la casa de Vega) con el de la bruta de "una vez conocí un hombre...". Nos fastidia bastante que su intervención resulte tan emocionante, pero es lo que hay. El discurso se grabó con todo rigor, gafas apuntadoras en mano, expresión de sentar cátedra y mirada al infinito como si se estuviera hablando al populacho. Incluso está registrado en vídeo.
A las pistas donde se registraron las intervenciones de Félix Rodríguez de la Fuente y José María Aznard se les llamó, respectivamente, “Félix Rodríguez de la Fuente” y “José María Aznard”.
LA ABEJITA ATAREADA
En honor a la patochada, era obligado representar esta escena con la música de “La abeja Maya” rockerizada. Una de las ideas base es que, dado que Cómodo habla roséndeamente, todo lo que dice está en clave de rock. La introducción de “La abejita atareada” hace explícito el homenaje al maestro Rosendo, con esa versión de “Agradecido” con slide.
“Voy, tío” está grabado cambiando la panorámica gradualmente desde un lado hacia el centro, para que se vea que, efectivamente, va.
La frase que Cómodo pone en boca del emperador Claudio (“Él, Claudio” como referencia a la serie de televisión “Yo, Claudio”) es tan bestia que hubo que componer un fragmento especialmente siniestro, impostar la voz de la manera más salvaje posible y distorsionarla a lo burro.
“Movidas, tío” es la frase con la que un fulano pretendió justificar a un amigo en cierta ocasión una muy grave falta a un compromiso.
MUERTE DE PRÓXIMO
Nos pusimos a grabar una introducción para “Sombras y ceniza” en que constara la muerte de Próximo, y terminó siendo una pieza independiente, homenaje a “Jesucristo Superstar”, nuestra referencia en ópera rock.
“Pa fuera, pa la calle” está sacado de un clásico de salsa (“No hay cama pa tanta gente…”)
El magnífico riff de guitarra de los 39 latigazos de Jesucristo está metido alternando entre dos tonos distintos para que encaje en el dramático fondo de órgano de “Sombras y ceniza”.
El jefe pretoriano hace el papel de Pilatos. En este caso son 39 puñaladas… en principio; pero como no podía ser de otro modo, el trágico momento finaliza con una nueva patochada.
¿NO SOY COMPASIVO?
Fue de las primeras ideas que surgieron, y sin embargo de las últimas canciones en hacerse. El grito que le suelta Cómodo a la bruta nos recordó a la típica voz de rock español. Decidimos que había que cantarla en plan Rosendo. Y, por tanto, Cómodo debía tener voz roséndea y todo lo que cantase debía ser rock. (La bruta es hermana de Cómodo, y por tanto la idea original era que su voz también tuviera tintes roséndeos)
Esta es la única canción en que hicimos caso omiso de los apuntes originales. Habíamos grabado unos riffs de guitarra basándonos en la música que suena en la película en esta escena, pero llegado el día de la grabación aquello no nos parecía estar a la altura del resto de la obra (de la que ya estaba todo hecho salvo “3 x 4 mazmórreo” y “Tu última argucia”). Así que prescindimos del apunte y decidimos basar la canción en el riff con que se inicia “nuestra” parte en la Obertura y que se repite posteriormente para presentar a Cómodo en “Republic Republic” (en la Obertura se supone que este riff se corresponde con la llegada de Cómodo con la bruta a Germania). Y en el cambio de tono, metimos una de las frases de guitarra de “La abejita atareada”.
La grabación fue tomando tintes de funk-rock, así que decidimos tirar por este camino abiertamente y meter vientos. Un gran acierto, sin duda. Pero no abandonamos la idea de que la canción fuera un homenaje al maestro Rosendo. Aparte del riff de “El tren” aparecen referencias cantadas a “Loco por incordiar”, “Sorprendente”, “La noche de que te hablé”, “Pan de higo”, “Maneras de vivir” y “La Fina”, así como momentos cantados similares a “De qué vas”. Además metimos la adaptación de una mítica frase de un conocido de Juan: “Decir Rosendo es decir birra, alegría, buen rollo”.
Antes de la parte final hay un pequeño guiño al solo de guitarra que hace Eddie Van Halen en el “Beat it” de Michael Jackson, y es porque en un momento dado de la grabación a Juan lo que estaba sonando le recordaba a Michael Jackson (concretamente a “Black and white”).
Puestos en plan funk, también metimos en la canción referencias a los Red Hot Chilli Peppers (en alguna frase de bajo similar a “Give it away”), a los coros de apóstoles de “Jesus Christ Superstar” y finalmente al “Vinnie” de los Screamin’ Headless Torsos. Esta referencia nos vino de perlas además para aprovechar su título y meter el triunfal grito de Cómodo al final (Vinnie, vidi, vici).
Hay alguna otra referencia interna, como el riff de Lucius Verus After His Father cuando se habla de él, o los coros y la melodía del bolero de Hagen cuando se dice “mínimo” (en vez de “Máximo”).
Javier Clemente aparece porque no hacemos ascos a ninguna patochada, por simplona que sea. Había otras ideas patochas, como meter un coro de iglesia cuando se dice “me amarás como yo te he amado”, pero no había sitio suficiente y lo dejamos.
TU ÚLTIMA ARGUCIA
La última canción en grabarse. Decidimos que para narrar la lucha final y concluir la obra la única salida posible era una especie de pupurri en el que se mezclaran todas las canciones y en el que apareciera hasta el Tato. Es por eso que en “Tu última argucia” se mezclan todas las canciones y aparece hasta el Tato.
“Tu última argucia” es una traducción de “Your latest trick”, plomiza canción de Dire Straits con la que solíamos hacer coñas e incluir en los pupurris festivos que tocábamos en las fiestas que organizábamos en aquella casa, mientras nos marcábamos un bailecito estúpido (“a lo Mecano”). Inicialmente pensamos terminar GLADIADORD igual que terminábamos aquel pupurri (enlazábamos “Your latest trick” con “Peter Gunn” e incluso después con “The final countdown”), pero llegado el momento de la grabación nos pareció que no procedía en absoluto.
Al ser la última pieza de GLADIADORD, no nos cortamos en meter cuanta sandez podía quedar pendiente. La canción fue grabada en tres partes: la conversación inicial en las celdas del Coliseo -donde Cómodo apuñala a Gladiator-, el combate en el Coliseo y la conclusión, con la muerte de Gladiator.
La primera parte de la canción empieza con la melodía del “Bolero de Hagen” y el populacho entonando “The hills are alive…”. Esta es una nueva alusión a “Moulin Rouge” (concretamente, a la alusión que a su vez se hace en dicha película a “The sound of music”), y viene dada por la similitud entre esa melodía y una que se puede escuchar en la película en un momento en que salen unas preciosas imágenes de paisajes cuando Próximo viaja con su caravana entre poblaciones. Teníamos la idea de incluir ese “The hills are alive…” en más sitios de GLADIADORD, e incluso teníamos grabado el fragmento de “Gladiator” en que aparece la melodía; pero al final aparece aquí sólo.
El diálogo es el de la película, con alguna sandez por el medio. Además del Bolero, se van metiendo alusiones a “Tus defectos como hijo”, “Republic republic”, “La abejita atareada”, “Pretoriano”, “Tell me Maximus”, “Tú también, bruta”, “¿No soy compasivo?” y “Yo soy Próximo”, incluso encajadas las melodías de algunas en la base de otras: “Ahora el pueblo…” y “Sólo se conformará…” llevan las melodías de “Republic republic” y La abejita atareada” en la base de “Tus defectos como hijo”; “Había un hombre que decía…” lleva la melodía de “Tú también bruta” en la base de “Tell me, Maximus”.
El curioso fragmento de “..que no conoce el temord” tiene un origen bastante bizarro. No se sabe dónde hay que buscar la explicación, pero el caso es que de vez en cuando salía a colación en aquella casa la frase “Son cinco jóvenes que pasan calord” con la música de “Comando G” (Son cinco jóvenes y su robot…). Así que se coló aquí también, adaptando la letra.
El fulano que aparece en tres ocasiones diciendo “Este es un momento de gran duelo” -con las dos acepciones del término- iba a aparecer como “Ciudadano analítico”, pero como en su última intervención aparece justo después de Gracita Morales, decidimos que se trataba del mismísimo Sr. Benítez. En el primer momento de gran duelo, Gladiadord utiliza el riff de “Pretoriano” y Cómodo –hombre vinculado al rock español- el del “Bienvenidos”, de Miguel Ríos (que ya apareció en la parte final del "Tango de Tigris")
Al igual que ocurrió en el 3x4 mazmórreo con lo de el hombre que sí existe y es Sixto, se nos presenta aquí una nueva oportunidad de meter una payasada muy tonta pero basada en una duda muy razonable: ¿de dónde saca Cómodo en la película que el hombre del que le habla Gladiator ha muerto?. El redoble y el plato contribuyen a fijar el carácter payaso de la situación.
El argumento que utiliza Cómodo para acabar diciendo a Gladiator que ambos son hermanos es tan forzado como el que utilizó en la introducción de “Tus defectos como hijo” para decir que su ambición era una virtud, de modo que merece la misma respuesta: “¡Qué manera de forzard!”.
En la película, Cómodo sólo apuñala una vez a Gladiator. Aquí le tiene que apuñalar dos veces, porque tras la primera aún le quedan fuerzas para gritar “esta va a ser tu última argucia” con su típica melodía (a la que llamamos “Eternity”). Y a continuación viene un momento musical muy curioso, al combinar la melodía de “Your latest trick” con la melodía “Eternity” (una vez más Cómodo se la ha arrebatado para mofarse de él). La armonía es la de “Eternity” salvo el último cambio, donde metimos la de “Your latest trick” para que se reconociera mejor.
La segunda parte comienza con Casio haciendo un homenaje a Gaby, Fofó, Miliki y Fofito –maestros en esto de combinar payasada y música-, y su mítico saludo: “¿Cómo están ustedeeees?”. Para emular el “ustedes” pensamos en utilizar la segunda persona del plural en inglés antiguo. Creíamos que era “thee” y de hecho así lo grabamos inicialmente, pero después nos informamos mejor y vimos que era “ye”. Esto nos dejó en bandeja una nueva patochada, porque al primer clamor del populacho como repuesta al “How are ye?” Casio contraataca con un “How ye?” que, a la vez que una especie de abreviatura del primer grito, es una adaptación bilingüe muy patocha del típico “¿Cómo ye?” asturiano.
Inmediatamente, Casio alude nuevamente al “Bienvenidos” de Miguel Ríos y da paso a la frenética lucha. “Maximus Tenth Meridius” es una traducción patocha de “Máximo Décimo Meridio”, claro está.
La lucha está grabada de la película en tiempo real, superponiendo nuestras sandeces.
El mariachi aparece entre el público interpretando un fragmento del "Bolero" de Ravel, debidamente respondido por el populacho aludiendo al "Bolero de Hagen": "Mira que yes boleru".
"La puertica" se refiere al pasaje onírico que en la película aparece cuando Gladiator está medio atontado viendo la muerte de cerca, simbolizada por la apertura de una puerta que le conduce a su tierra, donde su familia le espera.
La lucha se pone definitivamente favorable a Gladiator a partir de una terna de puñetazos encadenados ciertamente contundente, que siempre conocimos como “la trihostia”. Así está expresado.
El “Quinto, levanta” está interpretado en cuatro pistas de guitarra haciendo armonías, al estilo de Brian May. La almohada es una alusión a otro de los gazapos de la película. Cuando Gladiator yace muerto, se ve una especie de montículo que le sirve de almohada.
La aparición del padre de Mozart viene dada porque se dice que en cierta ocasión Mozart estaba tocando al piano una pieza con el clásico final dominante-tónica (chis-pon, vaya), y se retiró sin concluirla, dejándola en el “chis”. Su padre lo oyó desde la cama y no pudo conciliar el sueño hasta que bajó a tocar él mismo el “pon”.
Los Flower Power también están entre el público del Coliseo y aprovechan el discurso de Black para cantar ya directamente “Libertad sin ira”.
Los “clicks” que entierra Black son unos muñequitos que aparecen en dos o tres ocasiones a lo largo de la película, y a los que Gladiator tiene en gran estima por simbolizar a su familia. Teníamos pensadas más coñas con esto de los clicks, pero al final no encontramos dónde meterlas.
Para terminar la obra recurrimos a hacerlo como se hace en la película a nivel musical, porque era muy difícil encontrar otra manera de hacerlo y porque la verdad es que es nos parece un final brillante. Al César lo que es del César y a Zimmer lo que es de Zimmer. Sin embargo, nuestro final es aún mejor, por varias razones:
– El populacho resume musicalmente su actuación, entonando para divertirse lo más básico que se puede hacer en música: la escala de do mayor.
– Hortero y el Mariachi se hermanan recreando el solo de “The Barbarian Hordes” alternativamnete y terminando en un fraternal unísono.
– Hay lalismo
– Hay tapping
– Al final se dicen verdades como puños
Como dato anecdótico, la última jornada de la grabación original estuvo dedicada a meter todas las intervenciones posibles de personajes que aparecen a lo largo de la obra (teníamos una lista): el gallego despistado, el espectador disconforme, el exaltado pelotas, el soldado ejemplar, José María Aznard ("el combate va bien")…Y la última grabación de todas fue la de Félix Rodríguez de la Fuente. Nos pareció adecuado que fuera él quien dijera la última palabra.
Concluída la obra, aún nos da para mofarnos del típico cenizo que ningunea un trabajo, no importa lo elaborado que esté, porque "está hecho con ordenador".
BONUS TRACK: "SOMBRAS Y CENIZA"
La canción rarita, fuera del argumento de la película y que no está incluída en la representación teatral. En vista de la afición que se muestra durante toda la película a hablar con “binomios”, decidimos montar una canción soltando binomios hasta aburrir.
La canción empieza con los binomios originales de la película (Nervio y ansia, ira y fuego, temor y asombro, fuerza y honor) y a modo de reflexión sobre la validez de todos esos valores. Luego ya se empieza a desbabayar.
Hicimos una lista de binomios para elegir, y, como suele ocurrir, al final los grabamos todos y listos. El resultado son cuatro minutos y pico de binomios, y para hacerlo soportable, la ocasión pedía un largo solo de guitarra tipo Pink Floyd y un lento crescendo rítmico y melódico.
La melodía de fondo va subiendo a intervalos siempre iguales y con instrumentos en distintas octavas tomándose el relevo gradualmente, para dar la impresión de subida continua..
Lo mismo se hace con los acompañamientos de guitarra acústica; hay tres grabadas, tocando los acordes en distintos trastes.
El solo de guitarra tiene partes que son copiadas directamente de solos de David Gilmour, como el mítico inicio del de “Another brick in the wall (part II)”.
La discusión que acaba con “¿Tú quieres ver cómo te arrimo dos hostias”? es una referencia a “Amanece, que no es poco”.
Fenster y McManus son dos personajes de “Sospechosos habituales”, otra de las películas de referencia en Vega.
Bego y su hermana Belén son frecuentemente referidas como "las gemelas", así que con esa forma se presenta este binomio.
Húber y Nacho son dos amigos, referidos siempre como binomio en aquella época.
“Periódicos y poco amor al trabajo” es un binomio de reproche de Juan y Víctor a Bego un día que apareció con un periódico e hizo uso de él en vez de dedicarse a GLADIADORD.